Cuando Fidel irrumpió la embajada de Ecuador en Cuba y otros casos


A pesar de que Cuba afirmaba tener autorización del gobierno ecuatoriano para ingresar - una condición que se había comprometido a respetar -, el presidente de Ecuador en ese entonces, Jaime Roldós, públicamente desmintió tal afirmación.

"Es intolerable que Ecuador haya autorizado, ni tampoco podía hacerlo, que la sede de su Embajada sea objeto de tal acción", declaró Roldós, refiriéndose al asalto.

La Convención de Viena de 1961 establece claramente que las sedes diplomáticas son inviolables y que los países receptores tienen la obligación de garantizar su protección. Por lo tanto, la violación de este acuerdo internacional tiene consecuencias graves en las relaciones entre países.

La tensión diplomática llevó al gobierno de Roldós a convocar al embajador Pérez Concha para consultas. Sin embargo, a pesar de una fuerte presión, Ecuador finalmente decidió no romper las relaciones bilaterales.

Este incidente no fue la primera vez que la embajada de Ecuador en La Habana fue el centro de una crisis. El 11 de diciembre de 1961, un evento similar tuvo lugar en la misma sede diplomática. Según el libro "Un ciclón llamado Fidel", citado por el diario El Universo, un grupo de disidentes cubanos buscó refugio dentro de la embajada de Ecuador en La Habana. En respuesta, la guardia del gobierno que custodiaba la sede diplomática disparó contra estas personas. Aunque en este caso no ingresaron al edificio, el resultado fue fatal: tres personas murieron y cuatro resultaron heridas, según el informe del entonces ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Francisco Acosta.

En la Argentina, décadas antes, también se produjo un incidente similar. El 14 de junio de 1956, unos 20 hombres armados irrumpieron en la embajada de Haití en Buenos Aires, donde un grupo de siete personas, entre militares y civiles, que habían participado en una revuelta contra el gobierno de Pedro Eugenio Aramburu, liderada por el general Juan José Valle, estaban refugiados y habían recibido asilo. A pesar de que los siete fueron capturados y trasladados, el embajador haitiano, Jean Brierre, logró rescatarlos y llevarlos nuevamente a la sede diplomática.

Estos incidentes, donde la violencia alcanza las embajadas, no son casos aislados en la historia reciente. Otros dos eventos similares ocurrieron en la región hacia finales del siglo pasado.

El 31 de enero de 1980, en medio de la guerra civil de Guatemala, un grupo de campesinos ingresó a la embajada de España en ese país para interrumpir una reunión del embajador español con ciudadanos locales y protestar contra la represión militar. Las fuerzas de seguridad del régimen guatemalteco, dirigidas por el general Fernando Romeo Lucas García, ingresaron sin autorización de España para neutralizar las protestas y los incidentes terminaron con un incendio que dejó 38 muertos, entre ellos siete funcionarios. Como consecuencia, España rompió las relaciones diplomáticas con Guatemala hasta 1984.

Otro hecho histórico fue la toma de la residencia del embajador de Japón en Perú el 17 de diciembre de 1996, cuando en medio de las celebraciones por el cumpleaños del emperador Akihito, miembros del grupo terrorista Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) irrumpieron y tomaron de rehenes a cientos de diplomáticos y funcionarios por más de 100 días. En total, murieron 14 miembros de ese grupo, un rehén y dos fuerzas de seguridad.

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